Vimos en el anterior post, que casarse es acción libre que hacen Pedro y Lucia, y que al casarse se entregan, con exclusividad y de manera recíproca. No dijimos para qué se entregan, es decir exclusividad de qué o para qué, asunto pendiente aún.
Sí atendimos a que esa exclusividad está comprometida “mientras están casados”. Vamos a ver ahora, en qué condiciones dejan de estar casados.
Esto es muy importante. Cuando un club de fútbol contrata a un jugador, ha de estar claro, cuándo, en qué condiciones deja de estar vinculado y puede irse a otro club. Cuando contraigo una hipoteca con un banco, ha de estar claro cuando expira la hipoteca. Etc. Estas cláusulas de salida es bueno que queden claro para ambas partes antes de tomar la decisión. Pues cuando todo va bien nadie mira el “contrato”, pero cuando las cosas se tuercen… Cuando las cosas se tuercen, resulta más difícil mantener la cabeza fría, actuar con motivación racional. Por ello, es mejor ver las condiciones de salida, cuando las cosas van bien, y mejor antes de dar el paso. En cualquier caso, la acción libre de casarse, es menos libre, si uno no es consciente de qué es lo que está haciendo.
Pues bien, para tener clara conciencia de lo que uno hace cuando se casa, es imprescindible, creo yo, tener clara visión de en qué condiciones dejaremos de estar casado quienes ahora libremente decidimos casarnos.
¿Qué diría Lucia, si Pedro le dijera algo así como lo siguiente?
– “Mira, de acuerdo, decido casarme contigo, pero obvio, me caso para que todo vaya bien. Si empieza algo a ir mal, dejamos de estar casados“.
– Lucia podría preguntar: “¿A qué te refieres con que si algo no va bien?“.
– Pedro: “bueno, ya sabes… Seguiré siendo tu esposo mientras…”
– Lucia: “¿…mientras?… ¿mientras qué…? ¿Qué condición estás poniendo?”
Ahí está el punto. ¿El sí es un sí condicionado o incondicional? Y si es condicionado, ¿cuáles son las condiciones, que si no se dan disuelven el vínculo?
Supongamos que:
- Estaré casado contigo mientras seas guapa, rica, divertida… Dejarás de ser si mi esposa si te vuelves maniática de los bonsáis, si te vuelves loca o enferma, si tus padres se vuelven muy pesada, si …
- Dejaré de estar casado si resulta que la cosa no funciona, que ya no sintonizamos, que surge una incompatibilidad de caracteres. Si resulta que nos peleamos, etc.
- Si resultan que nuestras carreras profesionales se vuelven incompatibles, si no nos ponemos de acuerdo en cómo manejar el dinero, en si tener muchos o pocos hijos, en cómo educar a los hijos, etc.
- Si resulta que te desheredan…
- Dejaré de estar casado si ya no vivimos juntos, por la razón que sea: la guerra, un viaje largo, una reclusión en la cárcel, en el hospital, etc.
- Dejaré de estar casado si me eres infiel.
- Dejaré de estar casado si dejo de estar enamorado, o dejo de amarte, o me enamoro de otra persona… si “se acaba el amor“.
- Si por lo que sea, de la misma manera que ahora nos entregamos, llegado el momento ambos de mutuo acuerdo decidimos romper el acuerdo que ahora hacemos. Es decir, que nos entregamos ahora pero no de manera irreversible…
- Etc.
Lo que ambos harían es totalmente diferente si ponen condiciones de estas u otras. Ya no sería casarse sino otro tipo de acuerdo y otro tipo de vínculo. De la misma manera que un crédito hipotecario es muy diferente de comprar una licuadora. El casarse establece una relación que solo la muerte disuelve.
Es decir, casarse es una acto libre de entrega recíproca, sin condiciones y con exclusividad, de la capacidad reproductiva. Solo tu tienes derecho sobre mi capacidad procreativa, porque libremente así lo decido ahora, de manera irreversible, a la vez que solo yo tendré derecho sobre la tuya, pues así tú ahora lo estás decidiendo también, de manera irreversible,y ambos sin ningún tipo de condición, salvo la muerte.
Es decir, cuando se casan establecen una relación entre personas, y no entre sus modos de ser. Me caso con Lucia y ella conmigo, de modo que seguiré casada con ella, con independencia de los cambios que puedan darse en su modo de ser o sus circunstancias.
En siguientes posts, deberá examinarse qué sentido tiene que un hombre y una mujer estando es su sano juicio hagan libremente esta “locura”.
Comentarios (8)
Manolo, tras tu acertada recomendación acerca de mi comentario anterior, hoy he escrito previamente en un papel la estructura que tendrá mi redacción. Aunque sea un tarea difícil pues muchas veces yo no busco a las palabras, ellas me encuentran. Y mientras escribo sobre la razón de casarse, me aborda la idea de pensar cómo es aquella Lucía que nace en tu mente (hasta donde tus lectores podemos ver). Por cierto esta Lucía me empieza a causar temor, en los diálogos, por esa manera cortante, un tanto incisiva, por su incapacidad de disimular, sus ansias de conocer –la verdad pero casi de forma hambrienta–, con las que yo la he configurado en mi mente. Es una mujer esbelta pero de rasgos bien marcados, cejas definidas, enjuto y bravía, inevitablemente me hace recordar una canción de Joan Manuel Serrat: como un gorrión… le calza perfecto.
Lo primero que se me vino a la mente esta vez al leerte Manolo, fue Flaubert, “le mot juste” y lo que le rodea. Para saber lo que es la bebida no hay que ser borracho pero tampoco no haber bebido, para poder escribir de la escena taurina no habrá que ser ni toro ni torero, todo a medias, en la medida justa. Bajo este argumento quien de verdad se case no podrá escribir del acontecimiento, no podrá abordarlo imparcialmente. En pocas palabras quienes se casan cumpliendo los preceptos o condiciones –no sé como calificarlos– que tú propones jamás podrían describir el hecho del cual forman parte.
Luego, sin admirarme de ello pensé en Borges. Digo sin admirarme pues así como un tipo tiene un bar recurrente, Borges es, en mi mente, ese paraje donde habitualmente iré a parar. Él examina mucho los alcances del siempre, un estado inexistente, y como ya toqué cuestiones de espacio-tiempo debo romper la estructura de mi papel guía y decirte algo que guardaba para el final:
¡Manolo qué peso tiene esa frase tuya “El casarse establece una relación que solo la muerte disuelve”! Virtualmente pesa en bits, en el espíritu toneladas. Es una sentencia que yo desde mi punto de vista no comparto y requeriría otro comentario, de los que me gustan, es decir los desordenados tecleando como un desquiciado para justificar mi opinión, así que lo postergamos, verbo que engloba la posibilidad que se pierda en el tiempo y nunca lo toquemos aunque tácitamente lo sepamos.
En fin, yo creo en la ruptura de ese lazo, que libremente se forma y libremente puede deshacerse, no creo en las condiciones. Cuando tú escribes relación entre personas y no entre modos de ser, das en el blanco sin duda, pero Manolo yo creo que internamente todos tenemos filtros, condiciones preestablecidas, mínimos requerimientos, algunos pueden ser rotos como el hecho que a mi personalmente me gustan las mujeres de rasgos orientales, gusto que puedo subordinar, otros no… buscar la sencillez en una persona o la su generosidad es algo que puede ya estar preestablecido en nuestra mente, y escribir simplemente un par de características roza casi lo ofensivo… El hombre es mucho más complejo y capta mezclas increíbles, como esa amalgama de mujer que posee amabilidad con los niños, posee un éxito increíble profesionalmente hablando, trabajando para una compañía de cigarros, y que por las noches cuida a sus padres ancianos… Esos detalles se mezclan para colmar un deseo interno: yo busco esto en alguien, comprendo con claridad lo que has expuesto, no hay condiciones pero yo propongo la existencia de condiciones a priori.
Ahora existe un lunar en el texto, la palabra racional. El amor muchas veces merma la inteligencia y la razón. La cabeza fría y el corazón ardiente decía Nietzsche…
Manolo ha sido un placer leer este post tres. No estoy del todo convencido de haber cumplido con las cuestiones de forma que me propusiste tener, y que es un gran consejo.
Por cierto, esto del maridaje que se da en el campo de la comida pues también debería llegar a la tecnología de la mano con la música. Mientras leo esto, escucho Zona de Promesas en la voz de Mercedes Sosa, no le explico aún el vínculo, y cuando pienso en Lucía, en tu Lucía suena otra canción que dice “Ella usó mi cabeza como un revolver”, esa mujer que has creado es toda una cuestión.
Saludos Manolo!! Gracias por el escrito.
Mi estimado Luis Enrique. Muchas gracias por participar. Gracias por la franqueza con la que expresas tus opiniones, con respeto y creo que también con sentido de humor. Gracias por no estar de acuerdo y decirlo. Y gracias por hacerme pensar. Pero tengo que cortar con las gracias y quiero señalar dos puntos:
1. Dices “yo busco esto en alguien” y subrayo el “esto”, es decir, una serie de cosas relativas al modo de ser –y de actuar– de la Lucia. Bien, no voy a discutirlo ahora. Tampoco voy a discutir ahora qué condiciones puedo considerar o no en el modo de ser de Lucia, antes de pedirle matrimonio.
Lo que quisiera es dejar claro que establecer con Lucia que solo se disuelve con la muerte es una cosa distinta que establecer con Lucia una relación que se disolverá cuando Lucia ya no me proporcione “esto” o, mejor dicho, cuando crea yo que ya no me lo proporciona.
Yo creo que el nombre usual para la primera es casarse, y da lugar a la relación matrimonial –que se da entre dos personas no entre el modo de ser de dos personas–, donde el punto es relación con Lucia sin más.
A la otra relación, que no voy a discutir ahora, se le puede buscar algún otro nombre, tal vez amistad, o qué se yo.
Hace poco una señora, española y jurista, me decía que solo asiste a las bodas en las que ella percibe que novio y novia realmente quieren casarse. Cuando sospecha que están haciendo otra cosa distinta, se busca escusas para no asistir.
Si algún día tu y Maite –o como se llame…– deciden casarse, ¿será impertinente pensar si habrá un “esto” que tu esperas recibir de ella, tal que dejarás de estar unido –en matrimonio– a ella cuando creas que ya no te lo está dando? ¿y ella lo mismo por su “esto”?
Cuando envía la invitación a la boda, ¿qué dirán? ¿Retirarán de la fórmula de casamiento aquello de que “hasta que la muerte nos separe”?
2. Segundo punto: mencionas: “lazo que libremente se forma y libremente puede deshacerse”. De acuerdo. Dos o más personas pueden establecer entre ellas una gran variedad de vínculos, con una variedad grande de clausulas, condiciones, etc. La amistad es también una relación entre personas, pero suele estar condicionada a los modos de ser, por lo que a veces dos o más personas pueden dejar de ser amigas, sin que ello necesariamente suponga una desealtad.
Pero casarse no es establecer una relación de amistad. Y el vínculo de amistad no se contrae de la misma manera que el vínculo matrimonial.
Lo que sí creo, porque millones de personas lo hacen, es que dos personas pueden establecer, si libremente lo desean, un vínculo renunciando a la eventual opción futura de libre disolución.
De nuevo, a este acuerdo creo yo que hay que llamarlo de manera diferente que a los que no establecen este punto.
Mi punto es cásense, si lo desean, o no se casen, si lo que quieren es otra cosa. Pero no le llamen casarse a algo distinto. Por muchas razones, por claridad, por su felicidad… o por favor-:=)
Un millón de gracias.
Manolo,
¡Excelente post!
Como me gustaria volver a oír tus clases después de más de 13 años desde que estudie el Medex en el PAD.
Un Abrazo,
Cesar
Pues eso tiene remedio… aunque ahora hay más canas…-:)
Espero que todo te esté yendo muy bien y a ver si nos vemos. Saludos.
Interesante y practico resumen “Cuando se casan, establecen una relación entre personas, y no entre sus modos de ser”; parece un detalle pero la diferencia es enorme!!!; posiblemente ampliar en ello pueda ayudar a entender más aún.
El cierre es genial, -hagan libremente esta locura, en su sano juicio-. realmente me saco una sonrisa, casi 12 años de casada en mi caso no son poca cosa.
Gracias. Sí, es crucial darse cuenta de los dos puntos que destacas. Y sí, tendré que ampliar algo eso de que se casa uno con una persona, no con un “Modo de ser”, que es cambiante.
Mis Felicitaciones que sabia idea de utilizar el social media. Dejar los conceptos claros sobre cosas tan esenciales en la vida e impartir los valores como son es muy importante. Tener criterio e ideas claras para que con los cambios, ambientes y corrientes en la vida no nos dejemos arrastrar y nos mantengamos firmes como las cosas deben ser y no como la gente cree que es. Esto nos servirá mucho a todos los matrimonios por las diferentes etapas que esten pasando. Te felicito por tan buena iniciativa y el valor de decir las cosas como deben de ser.
Patricia. Gracias por tus palabras, que me animan. Me alegor si sirve para algo todo esto. Saludos.