Para que el mundo mejore han de mejorar las organizaciones. Para que mejoren las organizaciones han de mejorar las decisiones de quienes las dirigen. Para que mejoren sus decisiones, los líderes han de poder, saber y querer tomar mejores decisiones.
Para saber tomar mejores decisiones los directivos necesitan mejorar tres cosas: su criterio al decidir, su comprensión de la persona humana y su comprensión de la organización.
Debo señalar que estudié filosofía, “pura y dura”, durante cinco años, antes de cursar el MBA full time en el IESE, cuando tenía 900 sesiones. Y estoy muy feliz por ambas cosas.
Tiempo después, ya en este siglo, me doctoré, con mucho agradecimiento hacia mi director de tesis, Miguel Alfonso Martínez-Echevarría, porque me permitió hacer la tesis que yo creía que debía hacer, una que pudiera servir mejor a mis clientes: directivos que asisten a mis clases y con los que converso a todas horas. Para ello, me inspiré en las enseñanzas de dos grandes maestros con los que tuve la fortuna de cruzarme en la vida, Leonardo Polo y Juan Antonio Pérez López.
Si leen la introducción a mi tesis, entenderán mejor lo que estoy diciendo.
He venido trabajando como profesor en el PAD y colaborando con varias organizaciones como el grupo Fundades, Prorural, etc., durante más de tres décadas.
Me siento orgulloso de haber colaborado en la introducción del sistema de alternancia en la educación secundaria en el Perú, muchas veces premiada, también a nivel internacional: Premio WISE de la Fundación Qatar.
Pero si tienes curiosidad puedes echar un vistazo a mi perfil de LinkedIn y Facebook.
Así que también procuro animar a los directivos a que le tengan aprecio a sus organizaciones, de manera análoga a como esperamos que un buen médico le tenga aprecio a su paciente y busque su mejoría en lo posible. Pero esto ya es otro cantar. Ya no es un tema cognoscitivo sino motivacional, que lo trato ampliamente por diversos medios.