Cesión del poder de tomar ciertas decisiones a un delegado. No confundir con participación. No siempre conviene delegar, pero sí dar participación. Se cede el poder no la autoridad. Tampoco confundir la delegación con la abdicación. El delegante sigue siendo corresponsable con el delegado. Ver libro “Gobierno de personas”, capítulo 9.
EXPERIENCIAS
Delegación
06 de junio, 2021
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